Deporte secundum legem

El deporte es salud, pero no necesariamente salud mental, sobre todo, cuando te toca la parte organizativa. Cuando uno decide ponerse en forma y empezar a hacer algo de ejercicio, y se junta con unos colegas para motivarse y hacer ejercicio juntos, todo está bien. Los problemas vienen cuando alguno de esos colegas sugiere «¿y si participamos en la liga?». ¡Amigo! Entonces ya necesitamos poner en marcha una asociación deportiva y no es cualquier cosa.

Para constituir una asociación deportiva, debemos inscribirla. Es decir, tenemos que ir a la Xunta, a la Secretaría Xeral para o Deporte o a los Servicios Provinciales de Deportes, y, como para todo trámite burocrático, armarnos de paciencia y de papeles.

Además de asegurarnos de que la denominación que hemos escogido para nuestro nuevo club no está siendo ya utilizada por otro o, sin ser la misma, se parece tanto que induce a confusión, debemos preguntar primero (en la propia Secretaría o Servicios Provinciales), así nos ahorramos un viaje. Una vez sabemos eso, completaremos el modelo normalizado de solicitud de inscripción y llevaremos (¡por triplicado! una copia para nosotros, otra para el registro al que lo llevamos y una tercera para guardarla a buen recaudo por si se pierde la segunda):

– Acta de constitución de nuestro nuevo club.

– Acta de aprobación de los estatutos por la Asamblea General.

– Relación de los nombres, número de DNI y domicilio de los promotores o directivos.

– Estatutos del club, teniendo en cuenta que los tres ejemplares (ya hemos dicho que tiene que ir por triplicado) han de estar firmados en todas las hojas por todos los fundadores, y todos tienen que ser originales, no vale firmar uno y hacer fotocopias.

– Justificante de haber pagados las tasas.

¿Qué es lo mejor que podemos hacer para que esto sea más sencillo? Pasarnos un día por la Xunta, preguntar y recoger todos los modelos/formularios que vamos a necesitar. Así, nos aseguramos de que, cuando vayamos con nuestra relación de nombres, o nuestros estatutos, sean como ellos quieren, para no tener que repetir todo de nuevo.

Lo peor de todo es que la historia no acaba aquí. Necesitaremos un libro de actas, un libro registro de socios y un libro de ingresos y gastos, que nos tienen que diligenciar en el mismo sitio, y luego tendremos que ir manteniendo al día durante toda la vida del club, sin olvidarnos de que cualquier modificación del registro que hemos efectuado (cambio de denominación, de junta directiva, de domicilio social, de estatutos y creación de secciones deportivas) debe ser comunicada al Registro de Entidades Deportivas y Deportistas de Galicia, por los mismos cauces seguidos para la inscripción.

Nos decidimos a hacer deporte para desconectar y acabamos sumergidos en una nueva realidad jurídica que desconocíamos. El deporte no sólo es deporte… el deporte también es Derecho.

 

 

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